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Noticia: La vasca más universal
Edurne Pasaban recibió ayer un nuevo reconocimiento a su trayectoria deportiva. La montañera tolosarra ha sido galardonada con el premio Vasco Universal 2010, una distinción creada por el Gobierno Vasco y Caja Laboral. Este galardón se otorga a las personas, asociaciones, organismos o instituciones que, en el desarrollo de su actividad personal o profesional, hayan contribuido a proyectar una imagen positiva de lo vasco en el exterior.
«Es un momento de gran alegría después de unos días malos por todo lo vivido en el Everest», reconoció la montañera en declaraciones en ETB, a la vez que admitió que ser elegida por el jurado del premio entre once candidaturas supone para ella «un gran honor».
Pasaban, quien recibirá el premio el 28 de junio de manos del lehendakari Patxi López, recibió el reconocimiento del jurado por su trayectoria deportiva y sus éxitos con la superación de las catorce mayores cumbres del mundo, una gesta que comenzó en mayo de 2001 en el Everest y que culminó el mismo mes del año pasado en el Shisha Pangma.
El director de Comunicación de Caja Laboral, Juan Cid, explicó que Pasaban ha llevado el nombre de Euskadi «por todo el plantea» y lo ha acompañado con unos valores de «disciplina, perseverancia y pasión», que la han hecho ser un «ejemplo de superación y constancia».
Para el jurado del Vasco Universal Pasaban ha sido y es una «gran embajadora de Euskadi» por el mundo por los «grandes valores» que transmite y por su «admirable trayectoria» deportiva. Y respecto a la reciente polémica que mantuvieron la tolosarra y Juanito Oiarzabal, el presidente del jurado explicó que no tiene por qué afectar al premio. Cid recordó que ambos deportistas se pidieron disculpas mutuamente por la polémica suscitada y ha destacado que también Oiarzabal fue galardonado con esta distinción el año 2000.
Este galardón convierte a Pasaban en la tercera mujer en recibir el título de 'Vasco Universal', después de Ainhoa Arteta y Joane Somarriba.
Tesón y convencimiento
Dicen quienes la conocen que cuando Edurne Pasaban se marca un objetivo o traza un plan, no hay forma ya de detenerla. Acepta consejos, pero ninguna intromisión. Lo ha decidido, y punto. Y no para hasta conseguirlo. Este tesón es el que le llevó el año pasado a convertirse en la primera mujer que escala las catorce montañas más altas del planta, una hazaña que ha provocado que la tolosarra reciba premio tras premio como reconocimiento. El último de ellos el de Vasco Universal 2010.
Edurne conoció el mundo de las montañas como casi todos los jóvenes en el País Vasco. De la mano de sus padres, con quienes solía subir los domingos por la mañana al Uzturre, el monte emblemático de su Tolosa natal. De allí pasó al club de montaña del pueblo, donde conoció a su primo Asier y pronto destacó por su fortaleza física. Con 16 años viajó a los Alpes y ascendió el Mont Blanc. Y con 17 cruzó el Atlántico y escaló el Chimborazo, un monte de 6.310 metros. Fue en este volcán de Ecuador donde comprobó sus aptitudes innatas para desenvolverse en altitudes extremas.
El salto al Himalaya era cuestión de tiempo y lo dio en 1998, en el Dhaulagiri con una expedición de su club de montaña. Aunque pagaron su condición de novatos y no hicieron cima. Sin embargo, el veneno de los 'ochomiles' ya había quedado inoculado en las venas de la tolosarra, que en los años siguientes se fijó como objetivo nada menos que el Everest. Lo intentó por el norte en 1999 y 2000 sin la ayuda de oxígeno artificial, y finalmente lo subió por el sur con él. Era su primer 'ochomil' y nada menos que el más alto, pero ella ni se imaginaba en ese momento que era el inicio de una carrera que diez años después le iba a situar en la historia del himalayismo. Por aquel entonces, Edurne sólo subía 'ochomiles' por amor.
Al año siguiente sumó el Makalu y el Cho Oyu, ya sin oxígeno, confirmando su buen comportamiento en altitudes extremas. Pero fue en 2003 cuando dio un espaldarazo casi definitivo a su carrera 'ochomilista' al escalar en 60 días Lhotse, Gasherbrum II y Gasherbrum I. Con el respaldo del programa 'Al Filo de lo Imposible', era el momento de dar un salto cualitativo. Y qué mejor que el K2, la segunda montaña más alta del mundo, para hacerlo. La 'montaña de las montañas', para muchos, el «'ochomil' más difícil y peligroso», marcó un antes y un después en su vida, alpinística y personal.
En la alpinística porque alcanzó el ecuador de los Catorce y empezó a creerse que podía afrontar el reto de completarlos. Y en lo personal porque lo cerca que estuvo de la muerte allí arriba le sumió en una profunda depresión de la que, con el paréntesis del Nanga Parbat en 2005, tardó dos años en salir. Pero lo hizo con la fuerza que demuestra en las montañas. Con el proyecto firme y definitivo de completar los catorce 'ochomiles', que culminó el año pasado y ha redondeado con el galardón de Vasco Universal, con el que se le reconoce por ser autora de una hazaña de nivel mundial.
 
FUente: elcorreo.com